Cuando, en verano, un emprendedor decide iniciar un proyecto, o está inmerso en él, hay ocasiones en las que no es sencillo ver y considerar esa época como “vacaciones”. Por supuesto, es necesario romper la rutina y tomarse cierto tiempo de descanso, pero también puede ser una oportunidad para revisar algunas actividades.
Estas son 6 cosas que puedes hacer en verano si eres emprendedor para no desconectarte de tu proyecto y asegurar una temporada de éxito.
1. Revisa tu imagen de marca
El verano para un emprendedor, normalmente, suele ofrecer un periodo de inactividad, o de actividad más reducida, propio de la temporada vacacional. Y resulta el momento perfecto para reflexionar en torno a tu marca, la expresión de tu negocio. Pero ¿qué es lo que puedes revisar?
Bien, lo primero que deberías comprobar es si tu marca está desactualizada, si has experimentado cambios y ahora mismo tu imagen no refleja al 100 % lo que eres, si debes actualizar tus perfiles en redes sociales, etc.
También es el momento de comprobar si tus ventas han experimentado una bajada significativa y ya has probado de todo para volver a posicionarte. Asegúrate de alinearte con tu público y de reflejar tu verdadero espíritu de marca.
Como estrategia complementaria, dedica un tiempo a analizar a tus competidores. Comprueba qué es lo que sí y lo que no les está funcionando, y aprovecha tu ventaja competitiva para diferenciarte de ellos.
2. Diseña un plan de captación de nuevos clientes
En el punto anterior hablamos de fortalecer la conexión con los clientes, es importante no dejarlos en el olvido y mantener la relación con ellos durante todo el año. Esto te ayudará a fidelizarlos para el futuro, ya sea con nuevas vertientes del negocio o con futuras campañas de venta.
Pero, además de cuidar esa relación ya establecida, es importante aprovechar y diseñar un plan que te ayude a captar más clientes una vez haya finalizado el verano. Puedes tomarte ese tiempo para organizarlo todo, y ejecutarlo a la vuelta de vacaciones, que es cuando será más efectivo.
En este punto puedes desempolvar tu lista de antiguos contactos, optimizar tu estrategia de SEO, trabajar el marketing de contenidos o crear campañas orientadas a atraer nuevos clientes. Aunque ¡seguro que se te ocurren muchas más ideas que puedes llevar a cabo! Al final, nadie conoce a tu público objetivo mejor que tú.
3. Actualiza tus conocimientos y habilidades
Ahora que quizá tengas menos trabajo del imprescindible, de ese que no puedes posponer, aprovecha y ponte al día con todas las prácticas novedosas que han surgido durante el año y cómo están contribuyendo al crecimiento de tu sector.
Un emprendedor siempre está al día de las nuevas tendencias, pero no siempre se encuentra el tiempo necesario para implementarlas en el negocio. Por eso el verano es un buen momento para actualizar toda esa información.
Si lo piensas, los coches requieren un mantenimiento periódico; y, si eres de los que lo utilizas como medio de transporte para irte de vacaciones, seguro que, antes del viaje, revisas que las ruedas, el aceite, y todo lo demás esté como debe estar. Pues con los conocimientos y el aprendizaje pasa lo mismo. ¿Por qué no aprovechar para investigar y leer y así poder implementar nuevos conocimientos a la vuelta?
4. Analiza los fracasos y conviértelos en aprendizajes
Dentro de poco entraremos en el tercer y último cuatrimestre del año, lo que implica que ya habrá transcurrido gran parte de 2024. Una buena práctica que hacer en verano es reflexionar acerca de las experiencias que menos “éxito” han tenido.
Seguro que hay algo que te has dejado sin hacer por miedo a fracasar, o algo que has intentado y no te ha salido todo lo bien que esperabas. Si es así, lo mejor que puedes hacer es preguntarte qué aprendizaje has obtenido de esas experiencias. ¡De todo se puede sacar un lado positivo!
Como emprendedor, el fracaso es inevitable, sin embargo, lo importante es saber enfrentarse a él y superar cada obstáculo que aparezca en el camino.
| “Las personas no son recordadas por el número de veces que fracasan, sino por el número de veces que tienen éxito” – Thomas Edison.
| “Emprender es hacer, aprender y hacerlo mejor” – Richard Branson.
5. Renueva los objetivos de tu negocio
Seguro que, al empezar el proyecto, o a comienzos de año, te has marcado unos objetivos. Pues quizás ha llegado el momento de dar un paso más allá: revisar esas metas y ver cómo se pueden transformar en nuevas aspiraciones.
Para tener más oportunidades de alcanzar tus objetivos, asegúrate de emplear el método SMART (Specific, Measurable, Achievable, Realistic, Time-bound). Es decir, que los objetivos sean específicos, medibles, alcanzables, realistas y sujetos a un plazo de tiempo determinado. Con este método estarás delimitando también tu plan de acción.
| Definición de objetivos en startups y métodos para su delimitación
6. Dedica tiempo a reflexionar
Este punto puede parecer el más evidente, o carente de importancia, pero en muchas ocasiones no le prestamos atención. Para que un emprendimiento funcione, tenemos que preguntarnos, escucharnos a nosotros mismos, y este ejercicio requiere un mínimo de tiempo y esfuerzo. Un momento de pausa y reflexión será fundamental para establecer el nuevo rumbo del negocio.
Por supuesto, estos son solo algunos ejemplos de tareas que puedes llevar a cabo, aunque la lista podría ser infinita. Lo más importante es analizar cada caso en particular. Para ello, puedes hacer una lista de tareas y clasificarlas según su importancia utilizando la matriz de Eisenhower:
- Urgentes e importantes: deben ser tu prioridad.
- Importantes, pero no urgentes: puedes planificarlas más a largo plazo.
- Urgentes, pero no importantes: si es posible, delégalas.
- Ni urgentes ni importantes: evalúa si realmente las necesitas y, si no es así, elimínalas.
Aun así, no hay que olvidar que el periodo estival es una época en la que tenemos que reservar tiempo para todo. Es necesario que haya ese periodo de descanso y desconexión total para recuperar toda la energía necesaria para continuar dando el máximo en tu proyecto.