21/8/2019

Colaboración entre startups y empresas

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La colaboración entre corporaciones y startups se ve favorecida por el objetivo común que tienen: el crecimiento. Ambas se necesitan mutuamente para escalar en su negocio. Son organizaciones muy diferentes, y ese es precisamente el mejor motivo para tender puentes entre sí. Las startups son las protagonistas de los cambios disruptivos en el ecosistema empresarial.

Las startups se caracterizan por ser digitales, innovadoras, ágiles y proclives a asumir y gestionar riesgos. Su capacidad para estar al día de las tendencias del mercado, de tener un contacto cercano y directo con el cliente y de desarrollar soluciones innovadoras con rapidez, son algunas de las razones por las cuales trabajar con las startups resulta tan interesante para las corporaciones. Las startups lideran la innovación y, por consiguiente, son importantes fuentes de innovación para las empresas; les proporcionan acceso a nuevas tecnologías y a modelos de negocio más novedosos.

Por otro lado, las corporaciones están ya establecidas en el mercado y tienen un gran conocimiento sobre el tejido empresarial. Tienen una cultura muy integrada en la organización y una determinada forma de hacer las cosas, por lo que son más lentas y difíciles de cambiar. Las empresas saben que hoy en día hay que aportar valor y que en cualquier momento la competencia puede revolucionar un sector. Esto provoca que el ecosistema empresarial cambie y se impulsen los procesos de digitalización o transformación digital. Por este motivo, la colaboración entre startups y empresas es cada vez más habitual.

La mayoría de las empresas considera que la colaboración con startups tendría un impacto positivo en su organización. Sin embargo, existe una simbiosis entre empresas y startups, ambas pueden obtener numerosos beneficios de trabajar con la otra, no se trata de algo unilateral.

La colaboración, aparte de beneficiar a las corporaciones en el ámbito de la innovación, aporta a las startups ingresos importantes para su crecimiento y el know how de las grandes empresas. Las startups aspiran a convertirse en proveedores de las corporaciones para validar sus propuestas, hacerse con clientes de gran tamaño y renombre y beneficiarse de las ventas y las oportunidades que estos suponen.

En esta misma línea, hay que tener en cuenta diversos factores que pueden afectar a la colaboración, ya que la misma tendrá sentido siempre y cuando resulte fructífera para ambas partes. Es necesario pensar qué interesa a las corporaciones y qué características debe tener una startup para despertar su interés, así como saber las posibilidades que existen entre ambos modelos de negocio.

La startup debe conocer bien la corporación y sus objetivos y entender su estructura. Un aspecto fundamental es asegurar que los objetivos de la colaboración entre startups y empresas están alineados, ya que invertir mucho tiempo en una colaboración que no encaja sería una pérdida de tiempo que podría tener importantes repercusiones para la startup. Algo a tener en cuenta también, especialmente por parte de la startup, son los acuerdos legales y el coste de su trabajo.

La escuela en educación digital ISDI afirma que existen cuatro formas principales de colaboración entre el mundo corporativo y el de las startups: transferencia de tecnología, adquisición de talento, programa piloto e inversión.