Claves para hacer un buen elevator pitch
El mundo del emprendedor es muy competitivo, debemos de estar preparados para lo que venga, pero sobre todo debemos de ser capaces de venderle nuestras ideas al mundo.Hablar en público siempre es complicado, y por si fuera poco debemos ganarnos a nuestra audiencia en 3 minutos. Pero sin duda, el elevator pitch, es una herramienta imprescindible, ya que en muchos casos de ello dependerá que consigamos una inversión en nuestro negocio.Sobrevivir a esta experiencia es posible si se siguen unas sencillas pautas. A continuación, exponemos algunas claves muy útiles para poder gritarle al mundo: ¡Mi negocio es el mejor!
Practica, practica y vuelve a practicar
Aunque en muchos casos pensemos que es innecesario, en realidad es muy importante que lo ensayemos. Es tu proyecto y lo conoces a la perfección, pero es muy probable que quien tengas delante nunca haya oído hablar de él, y por lo tanto lo que para ti es obvio para la otra persona puede no serlo. Recuerda calcular bien el tiempo del que dispones.
No esperes a que te pregunten
Responde a las preguntas básicas, y a aquellas que suelan hacerte con frecuencia durante el pitch. De esta forma te estarás anticipando a las dudas de tu audiencia, consiguiendo transmitir tu idea con total claridad. Además, hay algunas preguntas que en ningún caso puedes dejar a la duda como: quién eres, cuál es tu experiencia, a qué te dedicas, qué necesitas para alcanzar el éxito, cuál es el mercado y sus posibles salidas, y qué es lo que te diferencia de la competencia.
Números
No dar demasiados detalles con respecto a las cifras. Unas sutiles pinceladas sobre volúmenes conseguirán captar el interés de nuestra audiencia, sin necesidad de convertir el encuentro en una tediosa reunión de trabajo. Es fundamental explicar nuestro modelo de negocio, por qué va a ser un éxito y cómo vamos a obtener beneficios.
Lo bueno si breve, dos veces bueno
El objetivo de un elevator pitch no es dar a conocer todos los detalles que rodean a nuestra idea de negocio, sino despertar el interés del que escucha, para que no pueda negarnos tener otro encuentro posteriormente.
Frena
Acosar a los inversores intentando conseguir el segundo encuentro por el que tanto hemos trabajado puede ser tentador, pero desde luego nada aconsejable. Si realmente hemos hecho un buen trabajo y nuestro proyecto ha entrado por sus ojos, será el quien nos busque. En caso contrario deberemos repasar nuestro elevator pitch, o buscar un tipo de inversor que encaje mejor con nuestro modelo de negocio.
Coherencia
No maquilles la realidad de tus cifras, y mucho menos las exageres. No hay nada peor para un inversor que una persona que acaba de conocer parezca exageradas. Cuida los detalles: Si nuestros posibles inversores son capaces de cuestionar la información expuesta perderemos muchos puntos, ya que parecerá que no hemos trabajado suficiente en nuestro proyecto.
Pasión
Cuando hacemos las cosas con pasión se nota, y concretamente cuando un emprendedor presenta su proyecto con pasión, en pocos minutos queda claro que esa empresa es su vida y que las posibilidades de éxito son cuantiosas. Sonríe, relájate y disfruta de la experiencia.
El factor sorpresa
Nuestros posibles inversores estarán acostumbrados a ver todo tipo de proyectos continuamente, por lo que debemos aportar algo sorprendente desde el minuto 0, o no conseguiremos captar su atención.
Problema y solución
Nuestro proyecto debe dar la solución para un problema concreto, y debemos exponer ambos con claridad.
El cierre
Evitemos terminar con frases como “y hasta aquí la explicación”, pues aunque hayamos terminado nuestro pitch, seguimos comunicando, por lo que es importante finalizar con alguna frase ingeniosa que haga que nuestro futuro inversor se quede con buen sabor de boca.Recuerda poner en práctica estos consejos si quieres impresionar a tu audiencia con tu elevator pitch. ¿Utilizas alguna técnica más cuando expones tu proyecto?